¿Consideras que mantienes una buena dieta? La elección de los alimentos juega un papel muy importante si nos encontramos en el proceso de búsqueda del embarazo. Son muchos los que pueden aliarse contigo en este propósito, por lo que merece la pena valorarlos y conocer cuál es su aportación y por qué.
Un comienzo saludable es sin duda un excelente comienzo. Lo ideal es que la futura madre se prepare para el embarazo unos meses antes, con la ingesta de ácido fólico que contribuye a la absorción del hierro en el organismo y tiene un rol importante en la síntesis del ADN. La presencia de este nutriente condiciona la división celular y puede prevenir de malformaciones congénitas. El ácido fólico es también conocido como vitamina B9, y es fundamental para la fertilidad masculina, influyendo en la cantidad y calidad seminal y la densidad espermática, lo que lo hace altamente recomendable para inducir la fecundación.
El ácido fólico se encuentra en una amplia variedad de vegetales de hoja verde: espinacas, lechuga, brócoli, espárragos, acelgas, etc., en el apio, tomate, frutas, guisantes, nueces, almendras, legumbres o levadura de cerveza. Para potenciar su contenido lo recomendable es cocinarlos al vapor en vez de su cocción.
Numerosos estudios demuestran que el hierro es parte esencial para el buen desarrollo del óvulo. Los niveles bajos o deficitarios de este mineral pueden causar anemia, afecta a la fertilidad masculina y puede provocar problemas relacionados con la falta de ovulación y del crecimiento de los óvulos. Es imprescindible para la vitalidad y tiene un rol preponderante en el tránsito del oxígeno en sangre y la regeneración de sus componentes básicos como la hemoglobina. Este mineral se encuentra en alimentos como el hígado, sardinas, habas secas, pistacho, garbanzos, lentejas, judías secas, cereales, huevo, carne vacuna, cerdo, pollo o pavo.
El selenio está directamente relacionado con la función reproductiva y la fertilidad femenina. Destacar por su capacidad para de producir proteínas y estimular la generación de anticuerpos, siendo un componente muy eficiente contra los daños producidos por radicales libre, actuando como antioxidante y desintoxicante, propiciando la generación de óvulos de mejor calidad y espermatozoides más sanos. Se encuentra en cereales, legumbres, pescado, pan integral y frutos secos, atún, bacalao, requesón, verduras o mariscos.
Los productos lácteos equilibran los niveles de estrógenos y progesterona. Aportan el calcio que interviene en varios procesos metabólicos, un elemento especialmente importante para el desarrollo del bebé durante el embarazo. Leche, yogurt, mantequilla, queso y demás derivados lácteos; así como sardinas, salmón, anchoas, espárragos, espinacas o acelgas son algunos de los alimentos ricos en calcio.
Las frutas son una valiosa fuente de vitamina C, que mejora la cantidad y movilidad de los espermatozoides: melón o sandía, cítricos como naranjas, limones y pomelos, kiwi, mango, papaya, piña, fresas, frambuesas, moras y arándanos.
Los antioxidantes inhiben la acción de las moléculas negativas que pueden dañar nuestro organismo. Tenemos los Betacarotenos en naranjas, zanahoria, mangos, calabaza, brócoli, boniato y calabacín. La Luteína presente en vegetales de hoja verde. El Licopeno en los pomelos rosados, la sandia y tomates.
En una dieta para la fertilidad es fundamental reducir el consumo de cafeína, moderar la ingesta de grasas saturadas, y abandonar hábitos como el consumo de alcohol, de tabaco o cualquier tipo de drogas. Todo ello te permitirá obtener buenos resultados.