Cuando una mujer decide iniciar un tratamiento de Reproducción Asistida, es porque no ha conseguido el tan deseado embarazo con su pareja, o necesita ayuda para lograrlo (mujeres solteras o con pareja femenina).
La primera visita a una clínica de Reproducción Asistida puede generarnos ciertos miedos a la vez que ilusión por conseguir un embarazo. Al entrar, encontramos términos con los que no estamos acostumbrados a hablar, muchos tratamientos y mucha información. Puede surgir un pequeño estado de ansiedad, y es algo habitual.
Es normal que durante todas las fases que se producen durante el tratamiento, haya una montaña rusa de emociones, cambie el estado de ánimo, surjan dudas e incluso afecte a la vida personal, social y laboral. La alegría y la ilusión por saber que se inicia el camino hacia la maternidad se mezclan con los miedos y preocupaciones por las incertidumbres.
Desde nuestro departamento de apoyo psicológico, queremos reducir estos niveles de angustia y ayudar a gestionar las emociones, ofreciendo estrategias de resolución de problemas, pautas para abordar este proceso con la mayor serenidad posible, y ofreciendo un lugar donde hablar libremente sobre las inquietudes que surgen.
