Las mujeres nacen con un número determinado de óvulos de los que se irán desprendiendo a lo largo de su vida fértil. Al contrario de lo que ocurre con el esperma de los varones, el número de ovocitos disponibles en el cuerpo femenino es finito.
Los ovocitos se encuentran en el ovario y mensualmente van madurando. De todos ellos uno será el elegido para ser fecundado.
Este sencillo proceso marca la edad fértil de las mujeres, dependiendo no solo de la cantidad de óvulos sino también de su calidad.
Cuando en el caso de algunas mujeres la cantidad de los óvulos no es buena se denomina “baja reserva ovárica”. En esta situación concreta la fertilidad natural puede resultar inviable si no aplicamos alguna técnica de reproducción asistida.
En nuestras clínicas aplicamos un protocolo de valoración personalizado de estas pacientes que nos lleva a ofrecer un diagnóstico y el mejor tratamiento para cada caso.