Años atrás se consideraba que la infertilidad estaba relacionada totalmente con la mujer. Sin embargo, nuevos estudios científicos han concluido que mujeres y hombres tienen porcentajes similares de responsabilidad biológica en la infertilidad, quedando clara la necesidad de analizar las características seminales como parte fundamental en el estudio de la pareja infértil.
por causas ambientales. Si el hombre fuma, por ejemplo, es más probable que desarrolle problemas genéticos en su esperma que si no fuma. La contaminación del aire también puede provocar daños en el ADN de los espermatozoides, al igual que el contacto con ciertos pesticidas.
Según la OMS, un 4% de espermatozoides normales en un hombre equivale a una muestra normal. Esto quiere decir que el 96% restante tiene alguna malformación en su estructura quitándoles la capacidad de fertilización. En el pasado, el porcentaje de espermatozoides normales era mayor, alcanzando un 15%. Los problemas de fertilidad masculina pueden deberse al daño del ADN de los espermatozoides por problemas ambientales, consumo de tabaco, alcohol, medicamentos y otro tipo de sustancias tóxicas, infecciones, desequilibrios hormonales o edad avanzada. No obstante, en caso de infertilidad, es posible lograr la concepción gracias a diferentes técnicas reproductivas.
¿Cuándo se generan problemas de infertilidad?
Los hombres sanos y fértiles pueden producir una pequeña cantidad de esperma con daño genético junto con el esperma normal. Cuando la mayoría o todos los espermatozoides tienen problemas genéticos, surgen problemas de fertilidad. Es posible que estos espermatozoides no puedan fertilizar correctamente un óvulo, o bien que fertilicen el óvulo y generar un embrión dañado, lo que puede derivar en aborto o en el nacimiento de un bebé con problemas médicos.
Los medicamentos que se dirigen a las células cancerosas ponen a los hombres en alto riesgo de daño genético. Los espermatozoides son más susceptibles a los fármacos quimioterapéuticos que otras células del cuerpo. La radioterapia es otro tratamiento médico que puede mutar el ADN de los espermatozoides.
La edad también tiene un efecto sobre la calidad del ADN de los espermatozoides. En hombres normales y sanos, los testículos destruyen los espermatozoides que presentan daños en el ADN. Este proceso de control de calidad generalmente se vuelve menos eficiente a medida que el hombre envejece. Si un hombre tiene un nivel anormal de hormonas como la testosterona, esto también puede reducir la calidad del ADN del esperma.
Las infecciones también pueden producir espermatozoides con daño en el ADN. A veces, una infección inflama el tracto reproductivo y, por lo tanto, expone a los espermatozoides a especies de oxígeno más reactivas (ROS), moléculas altamente interactivas que pueden tener un efecto perjudicial sobre el ADN. Estos ROS también están presentes en grandes cantidades en hombres que tienen agrandamiento de las venas en el escroto, estado denominado varicocele.
Macs, técnica de selección que eleva las tasas de éxito
La calidad tanto a nivel genético como bioquímico es altamente relevante a la hora de evaluar la competencia espermática. Son muchas las alteraciones que pueden condicionar la viabilidad espermática y, a su vez, el éxito de estos tratamientos, no solo en cuanto a tasas de fecundación se refiere, sino también en lo referente al desarrollo embrionario y la obtención de la gestación.
Con el objetivo de seleccionar los espermatozoides más competentes, se han introducido diferentes estrategias como la identificación de las causas del daño del ADN espermático que permitan reducir el número de espermatozoides apoptóticos. Entre estas estrategias se encuentra la selección de espermatozoides mediante separación magnética (MACS) que aísla aquellos que expresan marcadores de apoptosis celular.
MACS (Magnetic Activated Cell Sorting) es la técnica que capacita la muestra seminal, optimizando la selección de espermatozoides, identificando aquellos que no presentan fragmentación en su ADN, para conseguir incrementar la probabilidad de embarazo.
Esta técnica permite la selección de la porción no apoptótica de una muestra seminal. Se trata del uso de microesferas magnéticas conjugadas con Anexina V, que tienen una alta afinidad por la fosfatidil-serina. Este último, está expuesto en el lado exterior de la membrana cuando los espermatozoides se encuentran en un estado apoptótico. La muestra seminal de interés pasa a través de una columna que contiene microesferas a las que se ha adherido la anexina. Los espermatozoides no viables quedan atrapados dentro de la columna, mientras que la fracción viable se eluye, mejorando las características de vitalidad de la muestra inicial.
El uso de MACS ha mostrado ser efectivo incrementando las tasas de gestación al optimizar el procesamiento de la muestra espermática en parejas con infertilidad. La separación magnética de células activadas, también resulta eficaz cuando se realiza de forma complementaria a la preparación seminal y en la reducción de la fragmentación del ADN espermático en pacientes con varicocele
Gracias a su fácil aplicación y a los elevados resultados clínicos positivos, el uso de la técnica de columnas de anexina v o MACS en los procedimientos rutinarios del laboratorio, se puede considerar una buena técnica que, además de complementar los protocolos convencionales de preparación seminal, puede mejorar las tasas de éxito en las técnicas de reproducción asistida.