En la actualidad es cada vez mayor el número de parejas que necesita tratamientos de Reproducción Asistida para poder conseguir ser padres. En muchos de estos casos se va a necesitar la congelación de la muestra de semen para poder realizar la técnica.
La congelación de semen es un procedimiento rutinario en la mayoría de los centros de Reproducción Asistida. Después de unos días de abstinencia, especificados por el laboratorio, el paciente debe recoger su muestra mediante eyaculación, y a continuación, se congela permaneciendo en nitrógeno líquido durante el tiempo que el paciente necesite hasta que desee tener descendencia.
Existen diversas razones por las que se puede congelar una muestra seminal, en las que también hay que elegir el momento apropiado. Una de las más graves, y en la que no es necesario que esté planteada una técnica de reproducción asistida en el momento de la congelación, es en el caso de que el hombre padezca un cáncer o tenga que ser sometido a un tratamiento gonadotóxico o cirugía en la que se vean afectados sus órganos reproductores. Ante esta situación, se debe aconsejar congelar una muestra de semen antes de empezar su tratamiento, puesto que tras él la fertilidad del varón se verá muy comprometida.
Otro motivo por el cual se recomienda congelar es la baja calidad seminal. En las últimas décadas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de una reducción en la calidad seminal media, por lo que en muchas ocasiones se hace necesaria la congelación para asegurar que se tengan espermatozoides en el momento de la punción folicular.
Por otro lado, hay hombres que por motivos o circunstancias personales no quieren tener hijos y deciden someterse a una vasectomía. Esta intervención consiste en una sección y ligadura de los conductos deferentes del varón para impedir de manera permanente la salida de espermatozoides en el eyaculado. Por ello, se podría plantear la congelación seminal previa a la vasectomía, por si en un futuro el paciente cambiara de opinión y quisiera ser padre. En el caso de que no se congelara la muestra antes de realizar la vasectomía, se tendría que recurrir a la biopsia testicular o intervenciones similares para conseguir espermatozoides. Aunque existe la vasovasostomía, una intervención quirúrgica para revertir la vasectomía, es una técnica que puede no ser exitosa en todos los casos.
También encontramos hombres que por la presión del momento y el estrés el día de la punción folicular o inseminación, no pueden obtener la muestra. Ante esta situación se hace imprescindible congelar previo al tratamiento su semen, ya que, en caso de no hacerlo, en una Fecundación In Vitro (FIV) se tienen que congelar los ovocitos para ser utilizados en otro momento en el que el varón pudiera recoger la muestra. De igual manera ocurre cuando el hombre no puede estar presente el día de la extracción de los ovocitos, con la muestra congelada no se hace necesario aplazar la punción, puesto que en muchos casos no hay margen para poder hacerlo.
Por todo esto, un buen estudio del factor masculino se hace de vital importancia, tanto a nivel de calidad seminal como a nivel psicológico, para resolver problemas con los que podemos encontrarnos durante el tratamiento de Reproducción Asistida. Pero también es importante asesorar debidamente al varón que vaya a someterse a algún tratamiento que pueda repercutir en su vida reproductiva, para la preservación de su fertilidad, porque la intención y los medios necesarios a veces no son suficientes sin el momento adecuado.