El “plan de fertilidad” de la CAM puede ser una oportunidad para avanzar en colaboración público-privada en medicina reproductiva

El “plan de fertilidad” de la CAM puede ser una oportunidad para avanzar en colaboración público-privada en medicina reproductiva

Diferentes medios de comunicación se han hecho eco, en el día de ayer, del plan anunciado por la Comunidad de Madrid para dotar de mayores recursos al sistema público de salud madrileño en el ámbito de la reproducción asistida -lo han denominado “Plan de Fertilidad”- y más ayudas económicas para estimular la natalidad en nuestra región.

La presidenta de la CAM, Isabel Díaz Ayuso, ha apuntado algunas de las medidas con las que cuenta el plan, como el incremento del límite de edad hasta los 45 años para las mujeres que quieran someterse a un tratamiento, o aquellas que ya tienen un hijo; ampliar a cuatro el número de tratamientos de reproducción, y la creación de dos nuevas unidades de reproducción asistida, que se sumarían a las ya existentes.

Estas iniciativas -junto a las económicas, en ayudas directas e indirectas a las madres y padres que tengan hijos- son, siempre, algo positivo, especialmente cuando los datos vienen revelando, desde hace años, que en nuestro país -en nuestra región, también- tenemos un serio problema de envejecimiento poblacional ante la caída progresiva de la natalidad y el retraso en la maternidad.

Estímulos a la natalidad

Sin embargo, es importante, también, concienciar a la sociedad de la importancia de repensar un modelo de sociedad -en el que vivimos- que no atiende a las necesidades que conlleva el hecho de ser madre. Hablamos de conciliación, por su puesto, pero también de calidad de vida en relación directa a la calidad del trabajo y a los salarios.

Nuestro jóvenes -menores de 35- difícilmente van a materializar sus anhelos de maternidad/ paternidad si sus empleos son inestables, sus contratos precarios y sus sueldos raquíticos (por muchas ayudas que el Estado les pueda conceder). La solución a este problema -que condiciona nuestro futuro como sociedad- es compleja y proviene de múltiples ámbitos.

El Plan de Fertilidad es un buen pilar sobre el que construir, pero deben abordarse otros, como señalábamos en el párrafo anterior. Y, en este sentido, desde UR-Moncloa hacemos un llamamiento para que esta iniciativa pueda ser más ambiciosa, buscando y creando espacios de colaboración público-privada a través de los cuales podamos dar una respuesta conjunta a todas esas mujeres y hombres que están deseando ser madres y padres y que por motivos clínicos y/o económicos, están teniendo dificultades. Hoy en día, con los avances que tenemos en reproducción humana, el coste económico no debería impedir a nadie ver cumplido su sueño.