Se trata de una pregunta con una enorme carga emocional y desde la Unidad de Reproducción de Hospital Mediterráneo ayudan a resolverla y a cumplir el anhelado deseo de muchas personas.
Es un hecho innegable que cada vez hay más parejas que deciden tener su primer hijo más tarde. El aumento de la participación de la mujer en el mundo laboral, la necesidad de encontrar estabilidad tanto emocional como profesional, independencia económica y matrimonios más tardíos, han provocado que esta búsqueda de embarazo se retrase más de lo deseado.
Muchas parejas no se dan cuenta de esta realidad hasta que se enfrentan a las dificultades para concebir. Al querer ser padres a una mayor edad, el reloj biológico pasa factura, la fertilidad desciende y es necesario recurrir cada vez más a las Técnicas de Reproducción Asistida.
La edad es un factor importante que influye en la capacidad reproductora tanto de la mujer como del hombre. Por lo general, las mujeres comienzan a experimentar una disminución de su fertilidad a partir de los 30 años, siendo los 35 años una edad crítica. Y los hombres la experimentan al acercarse los 40 años.
Las estadísticas indican que en condiciones normales, entre los 18 y 30 años, la tasa de fecundidad humana es del 25%, es decir, de cada 100 parejas que mantengan relaciones sexuales sin medidas de prevención durante su periodo fértil, 25 de ellas lograrán embarazarse durante el primer mes. Al cabo de un año, aproximadamente 80 de cada 100 parejas deberían conseguir su embarazo. No obstante, entre los 30 y 35 esta probabilidad disminuye a un 15% y por debajo del 10% una vez cumplidos los 40.
Es por ello que si una mujer de más de 35 años no ha logrado embarazo después de 6 meses, se recomienda consulte a especialistas en Medicina de la Reproducción para investigar los posibles factores fisiológicos o patológicos en la pareja.
En la Unidad de Reproducción (UR) de Hospital Mediterráneo realizan un estudio personal a cada pareja en un entorno acogedor adecuando siempre el tratamiento a cada una de las parejas que requiera estas técnicas de Reproducción.
Pruebas
Las pruebas de fertilidad femenina deben incluir un estudio de la función ovárica, una ecografía ginecológica y, en ocasiones, una evaluación anatómica de trompas de falopio, cérvix y cuello del útero, mientras que en el hombre se procede a un completo análisis de semen.
Para ello, el equipo de UR Mediterráneo, que dirige el Dr. Iván Giménez Peralta, cuenta con prestigiosos especialistas en ginecología, andrología, embriología y genética, todos ellos con un objetivo común: conseguir en estas parejas un embarazo.
Al mismo tiempo, la UR está integrada en el Hospital Mediterráneo, centro referente en Almería que permite al paciente tener la seguridad y tranquilidad de una cobertura médica integral.
Factores
La aparición de irregularidades en la ovulación, descenso de la calidad de los ovocitos y endometriosis son factores que aumentan al aumentar la edad de la mujer.
Entre algunas de las posibles causas del descenso de la calidad ovocitaria destaca la disminución de mitocondrias sanas en el propio ovocito. Las mitocondrias son los orgánulos responsables de proporcionar la energía necesaria al embrión para que mantenga las divisiones celulares y su crecimiento. Aunque el embrión producirá sus propias mitocondrias al alcanzar un punto determinado en su desarrollo, si el embrión no dispone de la energía suficiente para llegar a ese punto, se producirán fallos en el ritmo de división celular, disminuyendo así la implantación del mismo y por tanto, embarazo de la pareja.
Las alteraciones genéticas también contribuyen a este deterioro progresivo de la calidad ovocitaria. Es un hecho ampliamente reconocido que la aparición de fetos con anomalías cromosómicas es mucho mayor al aumentar la edad de la mujer. Pero no hay que olvidar al hombre, ya que también aumentan las anomalías cromosómicas en los espermatozoides.
El ADN que lleva el espermatozoide en su cabeza presenta más anomalías al aumentar la edad del hombre, y como consecuencia, la capacidad de éste por fecundar al óvulo desciende. La endometriosis es una patología de la membrana interna del útero, que se desarrolla y crece de forma anormal. Aunque puede darse en la juventud, su incidencia aumenta al aumentar la edad de la mujer.
Otros factores son las secuelas y/o presencia de enfermedades inflamatorias pélvicas, provocadas por infecciones y enfermedades de transmisión sexual, que pueden causar severos daños en el aparato reproductor. Un factor determinante es el fallo ovárico prematuro, una disminución de la función ovárica en edad prematura, antes de los 40. Entre las causas de esta afección se encuentran tratamientos de quimioterapia, cirugía ovárica, enfermedades como diabetes insulino-dependientes e hipotiroidismo, entre otros.
En cuanto a la parte masculina, este envejecimiento lleva asociado un reblandecimiento del tejido testicular y reducción de su volumen, junto a un descenso en la movilidad espermática.
Por ello en UR Mediterráneo nos ponemos a disposición de las parejas que encuentren dificultades para concebir u obtener un embarazo y lograr así cumplir su deseo
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