El consumo de tabaco puede dificultar la probabilidad de conseguir un embarazo. El efecto que genera en la mujer puede ser comparado al de tener diez años más. Las mujeres fumadoras suelen presentar una peor calidad de los ovocitos y embriones, ya que algunas de las sustancias que contiene el tabaco pueden producir un efecto tóxico sobre el desarrollo de los folículos, impidiendo que llegue a éstos el adecuado flujo sanguíneo, lo que repercute en la calidad de los óvulos alojados en los folículos, y por tanto en la calidad de los embriones obtenidos. Otro efecto del tabaco en la fertilidad femenina es el incremento de anomalías cromosómicas de los óvulos, que puede traducirse en un aumento de la probabilidad de aborto.
En lo referido a fertilidad masculina, el consumo de tabaco puede provocar alteraciones en los niveles hormonales que pueden afectar a su esperma, disminuyendo la calidad, cantidad y motilidad de los espermatozoides. Esto se traduce en una menor probabilidad de que un espermatozoide recorra el trayecto hasta llegar al óvulo.
El tabaco también puede provocar un aumento en los espermatozoides con anomalías morfológicas. Las consecuencias no solo afectan al progenitor, sino también al feto. A través de los tóxicos del tabaco, la información genética que lleva el ADN en los espermatozoides puede verse alterada, afectando de forma negativa al embrión que se ha generado por el espermatozoide.
Tabaco y tratamientos de reproducción
Debemos tener en cuenta que las técnicas de reproducción asistida son capaces de aumentar la posibilidad de embarazo, pero los hábitos tóxicos son perjudiciales para su buen desarrollo.
El tabaquismo puede reducir el número de óvulos obtenidos y provocar que los óvulos obtenidos no tengan la misma capacidad de fecundación, lo que reduce la probabilidad de conseguir el embarazo o la consecución abortos recurrentes.
En los hombres fumadores, las técnicas de reproducción asistida pueden solventar los problemas de movilidad y cantidad provocados por el tabaco mediante un tratamiento de fertilidad con microinyección espermática (técnica ICSI), que consiste en introducir un espermatozoide a cada uno de los óvulos utilizando una micropipeta, mejorando considerablemente la fecundación.
Los especialistas en reproducción asistida recomiendan dejar de fumar lo antes posible cuando una pareja o una mujer se plantea la maternidad. Llevar una vida más saludable influirá no sólo en la fertilidad, sino también en una mejor salud.