Si tu pareja y tú estáis planeando un embarazo, los veraniegos meses de julio y agosto son los mejores para buscar el embarazo, según dice un estudio realizado en la Universidad de Parma. Son muchas las ventajas que se obtienen tanto a la hora de la concepción de tu bebé, como a los nueve meses después cuando des a luz en plena primavera.
Este estudio publicado en la revista “Cronobiología Internacional” demuestra que el verano mejora la movilidad de los espermatozoides, siendo más alta que en el resto de estaciones del año, debido a un aumento de los niveles de testosterona y otras hormonas, que se encuentran en mayor proporción con altas temperaturas.
Razones más triviales apuntan a que un embarazo en verano evita el calor del verano en los últimos meses de embarazo, lo que es muy conveniente, porque el calor hace que te sientas más pesada en avanzado estado de gestación, provocando más sensación de agobio y agotamiento de lo habitual.
Calma y desconexión
Por otra parte, uno de los mayores enemigos de la fertilidad es el estrés, por lo que la calma y desconexión que proporcionan los meses estivales son muy propensas para obtener mejores resultados y conseguir con más facilidad la gestación de forma natural o con la ayuda de un tratamiento de reproducción asistida.
Los profesionales de profesionales de las Unidades de Reproducción Puerta del Sur y La Salud sostienen que en las situaciones estresantes el cuerpo de la mujer produce más adrenalina, lo que retrasa, incluso detiene, la producción de la hormona liberadora de gonadrotropina (GnRH), fundamental en la ovulación y en el ciclo reproductivo. De manera que los nervios, la ansiedad, la depresión y otros trastornos mentales, pueden alterar el funcionamiento de nuestro cuerpo y también de la fertilidad.
Dada esta circunstancia, los especialistas consideran que el verano es sin duda la mejor etapa del año para buscar el embarazo o someterse a un tratamiento de reproducción asistida. Además de que se trata de una época del año que resulta mucho más fácil compatibilizar las citas médicas con los compromisos laborales, algo que también les genera nerviosismo y ansiedad en cualquier otra estación.
Primavera con tu bebé
Si logras concebir en los meses de verano tendrás a tu bebé en primavera. Abril, mayo o junio son meses de temperatura suave y agradable para disfrutarlos con tu hij@ sin temor a resfriados o a sufrir las altas temperaturas del verano.
Otra de las ventajas es la importante cantidad de vitamina D que aporta los rayos del sol primaverales fundamental para el recién nacido, ya que contribuye a desarrollar una estructura ósea más fuerte. tan beneficiosos tanto para ti, como para que tu bebé desarrolle una estructura ósea más fuerte.
Y sumando ventajas, el poder alargar en los meses de verano la baja maternal es sin duda tentador, porque podrás sumar tiempo al disfrute completo de tu bebé.