La endometritis crónica es una patología frecuente, a la que se presta especial atención en reproducción asistida por estar relacionada con problemas de infertilidad. Nada tiene que ver con la endometriosis. Los términos de ambas patologías son parecidos por su relación con el endometrio, pero son diferentes. La endometriosis ocurre cuando las células del revestimiento del útero crecen desordenadamente afectando a otros órganos reproductores, mientras que la endometritis es una infección que provoca una inflamación persistente de la mucosa endometrial que recubre el interior del útero, lugar donde anida el embrión.
Esta patología generalmente no es grave, pero tiene un impacto negativo en la implantación del embrión, por lo que puede ser claramente la causa de fallos de implantación y abortos de repetición. El problema es que en ocasiones la endometritis no presenta síntomas, y cuando los presenta son inespecíficos: hinchazón abdominal, hemorragias uterinas sin relación con la menstruación, flujo vaginal anormal, dolor pélvico, estreñimiento, fiebre o sensación de malestar general.
La infección de la endometritis crónica es polimicrobiana, lo que implica la presencia de múltiples microorganismos, y en la mayoría de casos se presenta tras un parto largo, cesárea o aborto, procedimientos médicos que implican acceso al útero a través del cérvix, pues se abre un camino de acceso a las bacterias.
Diagnóstico y tratamiento
En la Unidad de Reproducción Montpellier realizamos los exámenes correspondientes en pacientes que presentan abortos de repetición o fallos de implantación antes de realizar el ciclo de fecundación in vitro.
Existen varias técnicas para realizar el diagnóstico de endometritis crónica:
- Histeroscopia, que ha de realizarse preferiblemente en la primera fase del ciclo menstrual.
- Cultivo endometrial clásico con el que se detectan patógenos específicos.
- Histología (inmunohistoquímica), actualmente el examen más eficaz y rápido.
Esta enfermedad suele desparecer con la administración de antibióticos durante unas dos semanas. Una vez finalizado el tratamiento repetimos el estudio del endometrio para comprobar que la inflamación ha desaparecido y de que no persisten las bacterias o existan nuevas. La buena respuesta a los antibióticos mejora las tasas de gestación en las pacientes.