Las molestias abdominales, cambios en la temperatura basal, o en el aspecto del flujo vaginal son algunos de los indicios que orientan a la mujer sobre el momento en el que se produce la ovulación, lo que se conoce como sus “días fértiles”.
Los cambios hormonales del ciclo menstrual, preparan el cuerpo de la mujer para albergar un posible embarazo. se producen durante éste para liberar el óvulo. Estrogénos y progesterona generan la estimulación del óvulo, su crecimiento en el ovario y su liberación, además de preparar el útero para facilitar la implantación embrionaria. Si no se da la fecundación, la mujer tendrá la menstruación, sangrado vaginal provocado por el desprendimiento de los tejidos internos que recubren el útero.
Ovulación y fertilidad
Saber cuándo ovula una mujer permite detectar su momento de mayor potencial de fertilidad. El ciclo menstrual cuenta generalmente con 28 días y, normalmente, la ovulación se produce entorno al día 14. No obstante, la ovulación hace referencia únicamente a la liberación del óvulo, el momento en el que éste es lanzado hacia la trompa de Falopio. La fecundación debe producirse durante las 24 horas siguientes.
En cuanto a los gametos masculinos, el esperma se mantiene activo durante más tiempo, incluso puede llegar a cinco días. Lo que significa que una pareja puede concebir si mantiene relaciones sexuales cuatro-cinco días antes de la ovulación y un día después de ésta. De esta manera, teniendo en cuenta la vida del esperma y del óvulo, el periodo fértil de la mujer puede mantenerse durante seis días, por lo que se consideran «días fértiles» todos aquellos en los que existe probabilidad de embarazo.
Cómo identificar los días fértiles
La ovulación en algunos no tiene síntomas definidos, por lo que prever con exactitud cuándo será el momento exacto de la ovulación no siempre es fácil, ya que muchas mujeres experimentan ciclos menstruales irregulares. Sin embargo, en otros casos sí se dan cambios hormonales en el cuerpo que evidencian la llegada de la ovulación:
- Cambios en la textura y en la consistencia del flujo vaginal debido a los diferentes niveles de estrógenos. Normalmente, antes y durante la ovulación, el flujo es más abundante, líquido y transparente para facilitar el paso de los espermatozoides.
- Incremento de la temperatura basal (TB). Debido a los niveles de progesterona, la temperatura basal aumenta levemente durante los días previos a ovulación entre 0,4ºC y 1ºC y, aunque prácticamente es inapreciable en la vida cotidiana, su control diario puede indicar el momento de la ovulación.
- Aumento de la hormona luteinizante (LH), encargada de desencadenar la ovulación y de controlar la secreción de progesterona. Sus niveles comienzan a ascender 36 horas antes de la ovulación y alcanzan su pico máximo en las 12 horas previas a ésta. Es fácil el detectarla con un test en la orina entre las 24 y 36 horas antes de ovular.
- Molestias abdominales, sensación de dolor y tensión en el pecho, pequeños calambres en la zona pélvica, ligero sangrado vaginal y mayor deseo sexual, son algunas de las señales que pueden darse en algunas mujeres.