Rocío Núñez Calonge,
Coordinadora Científica del Grupo UR Internacional
El VPH (virus del papiloma humano) es la enfermedad de transmisión sexual más frecuente, responsable en un 95% de los casos del cuarto tipo de cáncer más común en las mujeres, el cáncer de cuello uterino. Este cáncer causa aproximadamente 350.000 muertes cada año, principalmente en países de ingresos medios y bajos.
Las autoridades de salud pública de 37 países actualmente vacunan a las niñas de entre nueve y 14 años, antes de que comiencen la actividad sexual. También se sabe que el VPH aumenta el riesgo de verrugas genitales y cánceres de pene, ano, boca y garganta en los hombres infectados, lo que es una de las razones por las que la OMS y el Centro para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) recomiendan que los niños también se vacunen de manera rutinaria contra él. Se ha encontrado una infección por VPH en el semen en aproximadamente el 10% de los hombres de la población general, y en aproximadamente el 16% de los hombres con infertilidad inexplicada, aunque estos datos parecen estar ampliamente subestimados según la experiencia clínica. En particular, la infección por VPH en el semen parece estar más relacionada con la astenozoospermia (baja movilidad espermática) y con los anticuerpos antiespermáticos (ASA) (Garolla y cols).
El VPH comprende virus de alto riesgo (HPV-AR) y de bajo riesgo (HPV-LR). Los primeros presentan un alto riesgo de desarrollar neoplasias malignas, mientras que los segundos, principalmente, verrugas benignas. A pesar de la creciente conciencia del impacto del VPH en la salud masculina, la influencia de las infecciones urogenitales por VPH de alto y bajo riesgo en el potencial de fertilidad masculina sigue siendo incierta.
Rivera y Cols, han publicado un interesante estudio que tuvo como objetivo investigar si la infección urogenital masculina con VPH de alto y bajo riesgo se asocia con una calidad deficiente de los espermatozoides, estrés oxidativo e inflamación. Para ello, estudiaron los efectos del virus en una muestra representativa de la población masculina en Argentina: 205 voluntarios varones adultos que asistieron a una sola clínica de urología y andrología para una evaluación inicial de fertilidad o problemas del tracto urinario entre 2018 y 2021. Ninguno había sido vacunado contra el VPH. Los voluntarios donaron una muestra de semen y se determinó mediante PCR la presencia o ausencia de HPV y otras infecciones de transmisión sexual.
De los 205 individuos analizados, el 19% dio positivo en la prueba del VPH. En concreto, 20 hombres fueron clasificados como positivos para VPH de alto riesgo, mientras que 7 fueron identificados como positivos para VPH de bajo riesgo. Estos individuos con VPH positivos fueron comparados con 43 hombres sin infecciones detectadas. Otros 12 hombres resultaron ser positivos para VPH, pero no se pudo determinar su genotipo debido a las bajas cargas virales. En primer lugar, los investigadores estudiaron las muestras de semen siguiendo los criterios de análisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Siguiendo estos criterios, no encontraron evidencia de una diferencia en la calidad del semen entre los tres grupos.
Sin embargo, cuando Rivero y sus colegas examinaron las muestras con métodos más específicos y de alta resolución, descubrieron que los hombres con VPH de alto riesgo positivos tenían recuentos significativamente más bajos de glóbulos blancos CD45+ (leucocitos) en su semen. También encontraron evidencia de que los espermatozoides pueden sufrir daños frecuentes por estrés oxidativo, a juzgar por su elevada producción de especies reactivas de oxígeno (ROS). Si bien los niveles bajos de ROS son un producto de la función normal de los espermatozoides, los niveles elevados pueden provocar la ruptura de la membrana celular, roturas en el ADN y muerte celular descontrolada y no programada. De hecho, los investigadores demostraron que los hombres con VPH de alto riesgo positivos tenían un mayor porcentaje de espermatozoides muertos debido a estrés oxidativo, lo que podría derivar en una fertilidad deteriorada.
Rivero y Cols explicaron el menor recuento observado de células inmunes en el semen de los hombres con VPH de alto riesgo positivos debido a la capacidad conocida del VPH de evadir una respuesta inmune. Esto conduciría a un movimiento reducido de leucocitos al sitio de infección por VPH y a su capacidad deteriorada para eliminar esta infección.
Aunque la mayoría de los trabajos publicados sobre la influencia del VPH en la fertilidad masculina demuestran que la infección puede afectar la calidad de semen, no se conoce como es el mecanismo de actuación del virus.
La importancia del trabajo de Rivero radica en la diferenciación del VPH en virus de alto riesgo o de bajo riesgo. En el primer caso, existe un deterioro en la calidad de semen y, lo que es más importante, una mayor probabilidad de patologías graves. Esta falta de separación entre los tipos de VPH puede ser la causa de los resultados contradictorios aparecidos en otras publicaciones. Esta diferencia entre el VPH es más importante que la observación de un mayor estrés oxidativo, afectación de la respuesta inmunológica y muerte celular, ya que estos fenómenos son consecuencia directa de una infección de este tipo.
Desde el punto de vista de la fertilidad, además, es importante tener en cuenta no sólo cómo el virus puede afectar a los espermatozoides, sino cómo éstos pueden transportarlo al tracto reproductivo femenino durante las relaciones sexuales, y ocasionar así también patologías femeninas y esterilidad.
Por ello, al tiempo de hacer hincapié en la vacunación no solo de las niñas sino también de los varones, el trabajo abre una nueva vía de conocimiento en la cual sería necesario estudiar en las personas infectadas, cual es la clase de virus: alto o bajo riesgo.
Aunque el trabajo de Rivero es prometedor en cuanto al conocimiento de los mecanismos biológicos del virus del papiloma humano, presenta alguna limitación, como es el bajo número de casos incluidos en el estudio. Además, la comparación entre el grupo de pacientes infectados frente al control de pacientes sanos conlleva el asumir que la baja calidad del semen en los primeros es debido al virus, sin conocer como era antes de la infección.
Garolla A, Graziani A, Grande G, Ortolani C, Ferlin A. HPV-related diseases in male patients: an underestimated conundrum. J Endocrinol Invest. 2024 Feb;47(2):261-274