Entrevista con el doctor Manuel Lloret Ferrándiz.
Responsable de la Unidad de Reproducción HLA La Vega
A día de hoy la ovodonación, se ha convertido en una de las técnicas más utilizadas en reproducción asistida, equiparándose incluso a la Fecundación In Vitro con óvulos propios. El avance de la sociedad, los nuevos estilos de vida y la incorporación de la mujer a la vida laboral son las principales razones por las que la maternidad se ha visto desplazada a segundo plano. Los óvulos donados por una mujer joven, sana y fértil hacen posible que otra mujer alcance el sueño de ser madre a pesar de haber superado el momento idóneo marcado por el reloj biológico.
El doctor Manuel Lloret, responsable de la Unidad de Reproducción HLA La Vega nos informa sobre esta técnica que si bien puede decirse que rompe prácticamente las barreras de la infertilidad por sus altas tasas de éxito, también comporta complejidad por sus matices legales.
¿Doctor Lloret, por qué la donación de óvulos es la técnica estrella?
La ovodonación se ha convertido en la solución para muchas mujeres que no pueden utilizar sus propios óvulos para ser madres, debido a que a partir de los 35 años el periodo fértil de la mujer desciende. A pesar de ser una de las técnicas más jóvenes de la Medicina Reproductiva, está situándose entre las que más resuelve los deseos de maternidad de muchas personas. La fecundación in vitro con óvulos de donante permite conseguir la gestación a cualquier mujer, independientemente de su edad, de la ausencia de ovarios o del funcionamiento de éstos. Los excelentes resultados que ofrece abre un amplio abanico de posibilidades al colectivo femenino.
¿Cómo se realiza esta técnica de fertilidad?
Básicamente consiste en extraer óvulos de una donante, seleccionados bajo estrictos criterios, para fecundarlos con semen de la pareja o de donante y generar embriones que se implantan en el útero de la paciente receptora y alcanzar la gestación.
¿Cuándo se recurre a este procedimiento?
La ovodonación se aplica en los casos en los que se carece de óvarios, el cese de la función ovárica por menopausia, o cuando aún manteniendo la función ovárica, la calidad ovocitaria es muy deficiente, fundamentalmente desde el punto de vista cromosómico. Estas circunstancias son la causa de muchos fallos en tratamientos de Fertilización in Vitro (FIV).
Las mujeres que han de recurrir a la ovodonación para ser madres dependen de las donantes…
En un tratamiento de ovodonación la donante tiene un papel fundamental. La donación de óvulos es un proceso regulado por la legislación donde se siguen estrictos criterios médicos de selección para garantizar la compatibilidad y la máxima afinidad genética y fenotípica. La donante ha de ser mayor de edad y menor de 35 años, lo que asegura la máxima calidad ovocitaria, además de pasar por varias pruebas médicas y psicológicas para evaluar su estado de salud y antecedentes familiares.
En la unidad de reproducción HLA La Vega realizamos un examen exhaustivo para determinar el estado hormonal de la joven que dona sus gametos, así como la presencia de posibles enfermedades infecciosas como hepatitis, VIH, sífilis, etcétera. El cariotipo también es una prueba básica para asegurar la adecuada dotación cromosómica de los óvulos, garantizando que cromosómicamente los ovocitos no presenten ninguna anomalía que pueda transmitirse a la descendencia.
¿Qué relación se establece entre donante y receptora?
La donante de óvulos expresa su consentimiento a la donación mediante un documento legal, donde también hace constar que renuncia a conocer la identidad de la receptora. Por su parte, la receptora sólo puede llegar a saber de la donante datos básicos como son la historia clínica elemental, rasgos físicos, edad y grupo sanguíneo, manteniéndose en todo momento el anonimato. Para encontrar perfiles con máxima compatibilidad aplicamos la técnica Fenomacht, proceso de matching o emparejamiento entre donante y receptora para lograr la máxima similitud entre los rasgos físicos de ambas.
¿Cómo se realiza la coordinación de ambas mujeres?
Para realizar un proceso de ovodonación con óvulos frescos transcurren unos dos meses y medio, tiempo necesario para encontrar a la donante y realizar la coordinación de los ciclos entre donante y receptora. El proceso es sencillo y la experiencia suele ser muy favorable, con una alta tasa de éxito cercana al 70%. Gracias a las altas probabilidades que ofrece este tratamiento de reproducción asistida, en nuestros centros apostamos por la transferencia de un único embrión, pudiendo vitrificar los embriones de calidad restantes, obtenidos en el mismo ciclo, para aumentar la familia más adelante.
¿La gestación tiene influencia genética?
Durante el desarrollo del embarazo la mujer gestante influencia genéticamente al embrión para que se desarrolle de forma distinta a como lo haría si estuviera en otro útero. El vínculo que se establece durante la gestación entre madre e hijo no es diferente al de cualquier otro embarazo.
Se tiende a pensar que cuando los hijos proceden de óvulos propios, la mitad de la información genética es de la madre, pero en realidad no es así. Si lo fuera, todos los hijos de una pareja serían exactamente iguales. La diversidad de óvulos que tiene una mujer hace que entre uno de sus óvulos y el de una donante pueda haber más cercanía genética que entre dos de sus propios óvulos. Un embrión dentro de un útero es un ser totalmente ajeno a la mujer, da igual que proceda de sus óvulos o de una donación.
¿Qué aceptación tiene la donación de óvulos entre las parejas que necesitan este procedimiento para satisfacer su deseo reproductivo?
La decisión de tener hijos es muy distinta entre unas parejas y otras y, al enfrentarse a una donación las reacciones son también muy variables. En general las parejas suelen llevarlo bien, ya que el concepto más extendido entre la población española es que un hijo pertenece a quien lo cría, no a quien lo pare. Esto y el que se desarrolle dentro del propio útero, hace que se acepte con bastante normalidad.