Los avances tecnológicos en todos los ámbitos están suponiendo una revolución en la forma de vivir en todo el mundo. Pocas cosas en común tienen las generaciones que vivían hace 50 años con las actuales: la manera de comunicarnos, disfrutar del tiempo libre, viajar o desarrollar una profesión han evolucionado hasta parecer realidades completamente diferentes. Y, entre todas ellas, también la formación de una familia es diferente hoy en día. La medicina reproductiva, unida a grandes avances sociales, ha creado nuevos tipos de familia que hasta no hace tanto tiempo no se concebían en muchos lugares.
Las tradicionales familias formadas por un matrimonio entre hombre y mujer son, ahora, tan solo una más de entre muchísimas opciones. Este modelo familiar, que durante siglos se ha considerado como la única forma de tener descendencia y una etapa más de la vida, ha visto cómo en las últimas pocas décadas han surgido a su alrededor nuevos formatos cada vez más representados en la sociedad.
Cuando hace algunas décadas un hombre y una mujer no podían tener hijos, la adopción parecía prácticamente la única solución para formar una familia. Pero el avance de la medicina reproductiva ha ido creando nuevos modelos que, además, ya no precisan que la unidad familiar esté formada por un hombre y una mujer.
Hogares monoparentales
Cada vez es más habitual encontrarse con hogares monoparentales. Son aquellos en los que tan solo una persona se encarga de sacar adelante a la familia. No es un modelo familiar especialmente novedoso, aunque sí lo es el hecho de que cada vez haya más hombres al mando, y no únicamente mujeres que por distintas circunstancias se encuentren en esa situación.
Los hogares monoparentales son, de hecho, uno de los segmentos sociales con mayor crecimiento demográfico. Así lo refleja la Encuesta Continua de Hogares realizada por el Instituto Nacional de Estadística, en la que –datos de 2016– se indica que este modelo familiar creció en más de 67.000 nuevos casos durante el periodo analizado.
En el caso de los hogares monoparentales formados por hombres, la incertidumbre respecto a las regulaciones de la gestación subrogada en España todavía impiden un mayor crecimiento de este modelo, sí presente y popular en otros países, e incluso en personas que han apostado por este modelo en el extranjero y posteriormente se han trasladado a nuestro país con su nueva familia. Es algo que ocurre tanto para hogares monoparentales formados por hombres como para parejas homosexuales formadas por hombres.
Parejas femeninas
En ese sentido, también es habitual encontrarse hoy en día con familias formadas por parejas homosexuales femeninas. Desde mujeres que apuestan por la inseminación artificial o fecundación in vitro con semen de donante o quienes optan por el Método ROPA –tratamiento dirigido a parejas femeninas, donde ambas participan de forma activa en el proceso de gestación- cada vez más hogares están formando nuevas familias en base a nuevos modelos que la medicina reproductiva hace posibles.
Lo que la medicina reproductiva ha logrado con todos estos años de avances, garantías y nuevos métodos para lograr el embarazo no es sino ayudar a crear nuevos paradigmas familiares y, sobre todo, dar esperanza a personas que, por salirse del formato tradicional, hasta hace poco se encontraban con muchas más barreras para alcanzar el sueño de formar un hogar y una familia.
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