Ovodonación, la maternidad es mucho más que la herencia genética

Ovodonación, la maternidad es mucho más que la herencia genética

La infertilidad es una situación imprevista e indeseada que genera un amplio abanico de emociones. La Sociedad Española de Fertilidad (SEF) recomienda reforzar la comunicación de la pareja, practicar deporte y activar la vida social, solicitar información médica rigurosa y realista, o solicitar asistencia psicológica y unirse a grupos de ayuda, donde compartir experiencias para encontrar apoyo y afrontar el sentimiento de incomprensión.

Cada pareja o mujer tiene que afrontar su particular duelo ante la imposibilidad de concebir de forma natural y tener que recurrir a tratamientos de reproducción asistida que le ofrezcan las mayores probabilidades de conseguir formar una familia.

La ovodonación es una alternativa que supone una gran solución a la infertilidad gracias a sus espectaculares tasas de éxito. Su demanda ha seguido una línea continuada de crecimiento en los últimos años. La mayoría de pacientes superan los 40 años de edad, por lo que sus opciones de concebir con gametos propios son muy limitadas o inexistentes.

Sin embargo, son muchas las personas a quienes la idea de tener un hijo que no posea sus genes les genera cierta sensación irracional de rechazo. La gestación de un hijo con material genético de otra persona es uno de los casos más difíciles emocionalmente. Pero en la gran mayoría, el deseo es más fuerte que los prejuicios, porque también es cierto que la maternidad es mucho más que herencia genética. La maternidad son sentimientos, biología, evolución, epigenética… Supone renunciar a la herencia genética, pero no a la psíquica. Los gestos, la risa o la mirada se adquieren por identificación.

Influencia de la epigenética durante el embarazo

La ciencia de la epigenética se ocupa de los factores no genéticos que intervienen en el desarrollo de un organismo, modificando la actividad del ADN sin alterar su secuencia. Los estudios epigenéticos han demostrado que la mujer que desarrolla el embarazo a término tiene la capacidad de modular la expresión genética del embrión.

Para muchas madres que tienen hijos mediante ovodonación, la epigenética puede ser la vía para influir en los genes de su futuro bebé: la carga genética que se transmite es la de los donantes, pero el intercambio entre las moléculas de la gestante, y el ADN del embrión, puede potenciar ciertas características genéticas. La epigenética parece demostrar que el ambiente uterino influye en gran medida en el desarrollo del feto, lo que haría que este tenga un importante parecido físico con sus padres, y no solo lo heredado en la carga genética de los gametos donados.

Estos nuevos hallazgos ayudar a echar abajo algunos de los tabúes que preocupan a los pacientes en el momento de optar por un tratamiento con donación de gametos.

Un hecho común a las pacientes de la Unidad de Reproducción Montpellier es que los planteamientos morales que tanto preocupan en un principio, se desvanecen cuando el test de embarazo es positivo, y nada supera la felicidad que sienten. Como dice Pilar, que tras 10 años de intentos su única opción de ser madre ha sido una ovodonación, “cuando me confirmaron que estaba en estado de gestación, aunque seguía con miedo, ya no temía a que no se pareciera a mí, sino, como cualquier otra embarazada, a que evolucionara bien y se desarrollara sano y fuerte”.