Manuel Aparicio
Ginecólogo UR La Vega
Las técnicas de reproducción han cambiado muchísimo desde sus comienzos hace más de 30 años. Tenemos a nuestro alcance la vitrificación embrionaria, que ha revolucionado nuestra manera de trabajar de una manera muy favorable. Es una técnica muy segura con tasas de supervivencia que entre el 80 y el 95% dependiendo, sobre todo, de la calidad del embrión. Esta técnica nos permite hacer la transferencia en el próximo ciclo de la paciente o, cuando ella prefiera por motivos personales. Una vez la paciente decide transferirse los embriones, se pueden proponer varias opciones de preparación endometrial.
El objetivo es transferir el embrión al interior de la cavidad endometrial cuando la paciente tenga su endometrio receptivo, que dependerá de los días de vida del embrión, ya que los embriones solo implantan en unos días en concreto. Este periodo se llama ventana de implantación embrionaria.
Se han realizado numerosos estudios sobre qué tipo de preparación es mejor, pero ninguno ha llegado a demostrar la superioridad de una con respecto a la otra. Actualmente contamos con dos tipos de preparación endometrial: ciclo natural y ciclo sustituido.
- Ciclo natural modificado: se basa en controlar a la paciente desde sus primeros días de la regla, realizando diversas ecografías hasta comprobar que presenta un folículo de tamaño adecuado. A partir de ahí se induce la ovulación mediante tratamiento médico (B-hCG u hormona de embarazo), para, a los pocos días, comenzar con progesterona vaginal y transformar al endometrio hasta el día que se realice la transferencia embrionaria.
Esta forma de preparación solamente es recomendable para aquellas pacientes que tengan ciclos regulares, no demasiado largos y que no deseen ningún tratamiento médico
Dentro del ciclo natural hay una variante que consiste en hacer exactamente lo mismo que el modificado, pero sin inducir la ovulación con tratamiento médico, solamente se controla a la paciente con ecografías hasta que confirmemos un folículo de buen tamaño y, a partir de ahí, la paciente debe realizar varios test de ovulación en orina. A día de hoy apenas se usa debido a las altas tasas de cancelación y la dificultad que conlleva en algunas pacientes con ciclos irregulares.
- Ciclo sustituido: se basa en el control del endometrio en pacientes a las que se les da un tratamiento basado en dosis bajas de estrógenos, ya sea mediante vía oral o tópica, en forma de pomada o parches. Este tipo de preparación es la que se usa comúnmente por su alta seguridad, comodidad y buenos resultados, sobre todo en ciclos de ovodonación, debido a la irregularidad y peor calidad de los ciclos menstruales en mujeres con edad materna avanzada. Tenemos principalmente dos variables:
- Sustituido sin agonista: Consiste en dar a la paciente dosis bajas de estrógenos diarias en los 10-14 días de los primeros días de la regla, y comprobar ecográficamente si el grosor y el tipo de endometrio son los adecuados. Confirmado esto, se procede a la administración de progesterona y se realiza la transferencia embrionaria pocos días más después.
- Sustituido con agonista de GnRH: Se basa en hacer un ciclo sustituido con estrógenos a dosis bajas, pero aquí se administra, ya sea en fase lútea del ciclo anterior como dosis única en forma de agonista, o bien se administra entre 5-7 dosis de antagonista desde el día que la paciente comienza a tomar los estrógenos. Tras 10-14 días de estrógenos se comprueba si el endometrio es el adecuado y se procede a la administración de progesterona y transferencia embrionaria en función del día de vida del embrión como en el ciclo sin agonista.