Conforme a la legislación española vigente, deben crioconservarse todos aquellos embriones que sean aptos, ya que no pueden destruirse fuera de los supuestos legalmente autorizados. Por esto, por ejemplo, se criogenizan (método de congelación) aquellos embriones aptos que no se transfieren en un ciclo de FIV-ICSI o cuando no se realiza la transferencia por riesgo de hiperestimulación.
Estos embriones son almacenados en un banco criobiológico a la espera de:
– Ser descongelados y transferidos.
– En conformidad con los pacientes, pueden ser donados para otras personas o para investigación.
– Una vez que la vida fértil de la mujer ha acabado (generalmente cuando la mujer alcanza los 50 años de edad), en el caso de que no deseen donarlos, se procedería a su destrucción (Ley 14/2006).
Durante este periodo de tiempo en el que permanecen crioconservados, es posible que la mujer o pareja quieran trasladarlos a otro centro. Según la Ley 14/2006, la pareja o mujer sola, son los responsables del destino de sus embriones, por lo que pueden trasladarlos si lo desean. Además, no se les puede denegar el traslado, ya que ellos son los responsables y el centro es únicamente el depositario.
Es importante tener en cuenta que el traslado de los embriones es un proceso con riesgos asociados y que comporta la transferencia de custodia durante el traslado. Por lo que los embriones sufrirán dos momentos de estrés: primero cuando sean sacados del banco de embriones y depositados en el contenedor de transporte y luego cuando sean de nuevo sacados del contenedor de transporte y depositados en el nuevo banco del centro de destino.
Para comenzar el proceso, los pacientes deben ponerse en contacto con el centro donde tienen guardados los embriones y comunicarles por escrito que desean hacer el traslado a otro centro. A su vez, deben ponerse en contacto con el centro receptor que les facilitará la información y el material necesario para realizar el traslado satisfactoriamente.
Para mantener la debida protección de datos de carácter personal, la pareja o mujer debe autorizar la transferencia entre centros de información personal (historia clínica) y de información relativa a los embriones (registros de laboratorio). Así mismo, deberían autorizar que los profesionales de cada centro puedan comentar los detalles de su caso si fuera necesario.
El traslado se realiza en un contenedor especial de Nitrógeno Líquido que suele aportar el centro que recibe los embriones. Tanto los embriones como el contenedor deberán transportarse perfectamente etiquetados y con toda la documentación necesaria.
Si el traslado es de corta distancia lo puede realizar personal especializado del centro o la propia pareja o mujer sola, siempre habiendo sido informados sobre los riesgos del transporte de un material biológico dentro de un contenedor con Nitrógeno Líquido y teniendo las debidas precauciones. Las personas que realizan el traslado son responsables de los embriones hasta que el contenedor llega al centro de recepción. Por lo que deberán firmar un documento en el que se exime al centro de cualquier responsabilidad, especialmente referida al traslado, mantenimiento, proceso de descongelación y sus resultados. También tienen la opción de contratar a una empresa transportista, en cuyo caso, dicha empresa será la responsable de cualquier acontecimiento sucedido durante el transporte.
Cuando llega el contenedor al centro receptor el personal cualificado debe identificar la muestra, comprobar que el material entregado está correctamente y emitir un acuse de recepción al centro anterior (Real Decreto 1301/2006). Por último la mujer o pareja debe firmar un documento que autoriza al nuevo centro de reproducción a custodiar los embriones.
Por Rosa Díaz
Basado en el artículo: “Embriones humanos criopreservados: Traslado entre centros de reproducción asistida”; M. Grossmann i Camps et col., Rev Asoc Est Biol Rep Junio 2012 Vol.17 nº 1.
