El estudio realizado durante 3 años en 750 parejas, fue presentado por la doctora Consuelo López ante un tribunal médico especializado que le otorgó la nota de sobresaliente «Cum Laude».
Un estudio realizado en la Unidad de Reproducción de Hospital La Vega concluye que los ácidos grasos omega 3 y 6, administrados a varones con problemas de motilidad espermática, antes de realizar técnicas de reproducción asistida, mejoran las tasas de embarazo y de niño nacido vivo sano.
Se trata de un estudio abierto, prospectivo, randomizado y doble ciego, de alta calidad metodológica, realizado en parejas estériles cuya única causa era un problema de baja movilidad del espermatozoide denominado astenospermia idiopática.
De las 750 parejas que se sometieron al estudio en tres años, cumplían los criterios de inclusión 160 varones. Se excluyeron aquéllos con enfermedades que afectaran al aparato genital: obesos, fumadores, ingesta de tóxicos o alteraciones genéticas, etc. Las características que tenían que cumplir para poder participar en el trabajo eran:
Varones estériles entre 20 y 52 años cuya pareja no padeciera ninguna enfermedad que causase esterilidad.
Debían tener, en el espermiograma, una alteración de la motilidad, concretamente una movilidad progresiva inferior al 32%, sin ninguna causa que la justificase tras ser valorado por un andrólogo.
Precisaban de reproducción asistida bien por inseminación artificial (IAC) o fertilización in vitro (FIV).
En total se han estudiado 259 ciclos de reproducción asistida. El estudio se ha randomizado en tres grupos de varones con astenospermia: un grupo llamado ‘control’ constituido por hombres que no tomaban nada, un segundo grupo que tomaban antioxidantes ácidos grasos omega 3 y un tercer grupo que tomaba una combinación de sustancias antioxidantes. Todos ellos se sometieron a técnicas de reproducción asistida (inseminación artificial o fertilización in vitro). Con los antioxidantes aumenta significativamente la tasa de embarazo respecto al control realizando tanto inseminación artificial como fertilización in vitro y la tasa de recién nacido también aumentó demostrando una tendencia positiva aunque no significativa.
Los antioxidantes ácidos grasos DHA utilizados en el estudio precedían de microalgas marinas que se alimentan del plancton. Al no proceder directamente del pescado, no contiene aceites de pescado que pueden provocar rechazo durante su toma.
Conclusiones
A nivel de resultados clínicos y gestacionales, sí se observa un aumento significativo de la tasa de embarazo y una tendencia positiva en la tasa de recién nacido tras la toma de antioxidantes por parte del varón.
Sin embargo los antioxidantes no mejoran la concentración espermática. Respecto a la movilidad, sí que se evidencia una mejoría tras el tratamiento con antioxidantes, pero también se observó en el grupo ‘control’ por lo que observamos que a nivel de cambios seminales no hay cambios significativos con los antioxidantes.
No se observaron efectos adversos generales atribuibles al antioxidante.
En nuestra Unidad de Reproducción Asistida de Hospital La Vega los estamos utilizando desde hace 4 años y tras obtener estos resultados recomendamos tratar a este tipo de varones con antioxidantes antes de realizar un tratamiento de inseminación o fertilización in vitro.
Se trata de un estudio novedoso ya que no existe, en la literatura científica, ninguna publicación que analice y compare dos tipos de antioxidantes en varones que precisan de reproducción asistida con un tamaño muestral de 259 ciclos de inseminación y fertilización in vitro.