Desarrollar la práctica clínica en un contexto epidemiológico como el actual no es una tarea sencilla. Por esta razón, desde que en la Unidad de Reproducción del Hospital HLA Moncloa retomamos nuestra actividad presencial el pasado mes de junio, hemos realizado un esfuerzo constante para mantener los niveles de seguridad y prevención en nuestras instalaciones que se definieron y aplicaron conforme a las directrices de las autoridades sanitarias y del propio centro hospitalario en el que se ubica UR-Moncloa.
Especial incidencia en positivo han tenido -y están teniendo- las consultas para el seguimiento de nuestras pacientes a través de aquellos canales de comunicación que mejor se adaptan a sus necesidades (teléfono, email o videollamada), limitando la presencia en nuestro centro sólo a la realización de pruebas o intervenciones vinculadas a los tratamientos de reproducción.
En estos meses, a pesar de la situación provocada por el Covid-19, la “normalidad” en el desarrollo de todos los procesos de FIV se refleja en las cifras de ciclos que, comparativamente con el mismo período del año anterior, se han visto incrementadas. Todo ello, además, sin registrar incidencias asociadas al propio virus tanto en el ámbito estrictamente clínico y de la salud de nuestras pacientes, como el relativo a la operativa del centro.
En definitiva, podemos concluir que estos primeros meses se han revelado como una prueba para testar de qué manera esta situación de compleja alerta sanitaria podía llegar a condicionar no sólo las técnicas y tratamientos en la medicina reproductiva sino la eficacia y eficiencia del trabajo de UR-Moncloa a causa de los protocolos de prevención, seguridad y salud implementados en el centro hospitalario.
Esta experiencia ha dado resultados positivos y confiamos que siga siendo así, con el esfuerzo de todos los profesionales de la Unidad de Reproducción y del Hospital HLA Moncloa que han dispuesto todos los medios y recursos para que ninguno de nuestras pacientes deba renunciar a su derecho a recibir una buena atención médica y, en nuestro caso particular, a elegir cuándo quieren ser madres y padres; y hacerlo en las mejores condiciones posibles (a pesar de las circunstancias).
