La edad de una mujer es uno de los factores más importantes que afectan a su capacidad de concebir y de dar a luz un hijo saludable. La mejor edad para quedar embarazada es entre los 21 y los 29 años. Para ser más concretos, la edad más fértil de una mujer se sitúa entre los 21 y los 27 años, cuando aún sigue con un 25% de posibilidades de concebir al primer mes de intentarlo.
Entre los 27 y los 33 años, además su cuerpo está física y psíquicamente preparado para someterse a un embarazo.
Sin embargo, en algunas mujeres por diferentes causas (hormonales, falta de ovulación, obstrucción de las trompas/cérvix, endometriosis, etc.) y los varones (espermatograma alterado, obstrucción del conducto deferente, diabetes, etc.) no logran el embarazo en esas etapas de la vida. En caso de presentarse algún tipo de infertilidad, tanto en edades tempranas o por encima de los 35 años, con el asesoramiento y el tratamiento adecuado puede conseguirse el deseado embarazo.
Las parejas en las que la mujer es menor de 35 años deberían solicitar una evaluación de fertilidad si no han podido concebir después de un año de intentos con relaciones sexuales sin protección. Las parejas en las que la mujer es mayor de 35 años deberían recurrir a una evaluación si no han podido concebir después de seis meses.
¿Qué otros factores pueden disminuir mi fertilidad?
Si usted tiene cualquiera de los siguientes factores de riesgo, puede considerar buscar asesoramiento antes de lo descrito anteriormente:
- Antecedentes familiares (madre o hermana) de menopausia temprana (antes de los 51 años de edad)
- Consumo de tabaco de cualquiera de los miembros de la pareja
- Cirugías ováricas previas
- Exposición a quimioterapia o radiación para tratar el cáncer en cualquiera de los miembros de la pareja
- Períodos irregulares o faltantes;
- Antecedentes de lesiones en los testículos.
- Exposición a químicos tóxicos (ciertos pesticidas o solventes).
Si una pareja tiene un problema médico evidente que afecta su capacidad para concebir, como ausencia de períodos menstruales (amenorrea) o períodos irregulares, disfunción sexual, antecedentes de enfermedad pélvica o cirugías previas, debe comenzar la evaluación de infertilidad inmediatamente.