La vitrificación de óvulos permite a las pacientes con diagnóstico oncológico ser madres una vez superada la enfermedad

La vitrificación de óvulos permite a las pacientes con diagnóstico oncológico ser madres una vez superada la enfermedad

El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres en edad reproductiva

En España se detectan cada año 27.000 nuevos casos y uno de cada tres nuevos casos es en una mujer joven. La buena noticia es que el diagnóstico temprano y la investigación de nuevos medicamentos han contribuido a conseguir unos elevados porcentajes de curación. Esta circunstancia ha de llevar a cambiar la visión que la sociedad tiene de este tipo de tumor, porque hoy día una gran proporción de casos se superan.

“Cada vez son más las mujeres jóvenes con diagnóstico oncológico que conservan su fertilidad, pero aún hay mucho trabajo por hacer en este sentido, por lo que es necesario promover campañas informativas y de concienciación, ya que estos tratamientos pueden comprometer la fertilidad de la mujer e incluso provocar esterilidad”, subraya el doctor Francisco Anaya, director médico de la Unidad de Reproducción HLA La Vega.

Preservar la fertilidad significa que estas pacientes podrán ser madres una vez superada la enfermedad y les permitirá seguir adelante con su vida sin topar con la barrera de la infertilidad en el momento en que decidan formar una familia. “Este revolucionario avance de la Medicina Reproductiva supone un gran aliciente para las mujeres que han de enfrentarse al impacto que supone este tipo de diagnóstico y a su tratamiento, proporcionándoles expectativas de supervivencia y la esperanza de poder cumplir el sueño de ser madres”, destaca el doctor Anaya.

Vitrificación de óvulos

La congelación de óvulos es la técnica más avanzada para preservar la fertilidad con garantías, conservando toda la calidad de los óvulos. Consiste en realizar una leve estimulación ovárica con el objetivo de producir varios óvulos en la misma ovulación.

“En este sentido es importante dejar claro que las investigaciones realizadas han demostrado que los niveles bajos de estrógenos no alteran ni influyen en la enfermedad, lo que garantiza la ausencia de riesgos para las pacientes”, recalca el especialista.

Los óvulos obtenidos se extraen a través de una punción folicular y se vitrifican, es decir, se congelan a una velocidad ultrarrápida con sustancias crioprotectoras, pasando de una temperatura de cultivo de 37º a una temperatura de criopreservación de -196º, conservándose en nitrógeno líquido todo el tiempo que se desee y manteniendo intactas las células.

El procedimiento es muy sencillo, se realiza bajo sedación y no necesita ingreso hospitalario. La obtención de los óvulos tiene una duración de entre 15 y 30 minutos, en función del número de folículos, y su recogida se controla mediante una ecografía vaginal. Finalizado el proceso la paciente descansa durante una media hora y puede seguir con su vida normal. La principal ventaja de este proceso respecto a la congelación tradicional es que la rapidez de congelación evita la formación de cristales de hielo que pueden dañar el óvulo, obteniendo inmejorables resultados clínicos que rondan el 97%, similares a los ovocitos en fresco”, explica el director médico de la Unidad de Reproducción HLA La Vega.