Instalación de plasma autólogo rico en plaquetas en la cavidad endometrial para favorecer el crecimiento endometrial. Parte II.
Este en un tratamiento que ofrecemos a todas nuestras pacientes a las que se les diagnostica de “endometrio refractario” es decir, endometrio (mucosa que tapiza la cavidad uterina) que no alcanza un grosor de 6 milímetros en la preparación estándar previa a las transferencia embrionaria y siempre que se haya descartado tras la realización de una histeroscopia la existencia de una patología intracavitaria (adherencias, malformaciones uterinas o endometritis crónica) responsable del mismo.
¿Cuándo está indicada?
El uso de Plasma Rico en Plaquetas ha sido ampliamente utilizado en otras especialidades médicas como traumatología, oftalmología y curación de heridas ya que mejora la regeneración tisular pero poco en tratamientos sobre el endometrio.
Existen varios trabajos realizados con un número muy limitado de pacientes con endometrios muy finos o fallo recurrente de implantación donde concluyen que la instilación autóloga de plaquetas en el útero ha sido beneficiosa.
No obstante deben de hacerse más estudios prospectivos y randomizados para confirmar esta primera impresión. Ante la ausencia de otros tratamientos efectivos se propone esta técnica en los casos mencionados de afectación endometrial no corregible por otros medios.
Procedimiento
Consiste en la extracción de una pequeña cantidad de sangre de la paciente como la obtenida para cualquier analítica que es centrifugada en nuestro laboratorio. En este proceso se diferencian diversos niveles y uno de ellos corresponde al suero rico en plaquetas (células de la sangre para cortar la hemorragia en primera instancia).
Tras obtener un consentimiento informado de la paciente se introduce una mínima cantidad de este suero (0.5 ml) en un catéter de inseminación intrauterina o transferencia embrionaria y como si se tratara de esta técnica se introduce en la cavidad uterina.
La paciente continúa con su tratamiento con estradiol para la preparación endometrial y se realiza una nueva ecografía varios días después de la técnica en la que valoramos el grosor endometrial, el patrón endometrial y la vascularización.
El procedimiento se puede repetir en dos ocasiones durante el proceso de preparación uterina previa a la transferencia embrionaria si con la primera no se consigue una mejoría clara en cuanto a grosor endometrial y vascularización. En aquellas pacientes con un endometrio óptimo y con patrón vascular aceptable, se realiza la transferencia embrionaria.
En cuanto a riesgos para la paciente no se han recogido efectos adversos hasta el momento pero por su similitud en cuanto a la técnica con la inseminación intrauterina se presentan aquellos comunes a dicha técnica.