El desarrollo profesional, obligaciones laborales, carencias económicas, o el no contar con una pareja idónea, son algunas de las razones socioculturales que abocan actualmente a la mujer a retrasar su maternidad. El efecto de esta circunstancia en la mayoría de los casos deriva en problemas para concebir, siendo hoy día la principal causa de infertilidad.
La medicina reproductiva dispone marcadores fiables para predecir el estado de la reserva ovárica en un momento dado. “Cuando iniciamos un tratamiento de reproducción asistida necesitamos valorar y cuantificar previamente el nivel de fertilidad de nuestras pacientes para asesorarlas sobre su situación reproductiva. De esta forma podemos aplicar tratamientos individualizados, con la administración de dosis hormonales precisas, y realizar predicciones fundamentadas acerca de los posibles resultados del tratamiento personalizado”, indica el doctor Manuel Lloret, responsable de la UR Murcia del Hospital HLA La Vega.
Opciones según el nivel de reserva ovárica.
La reserva ovárica hace referencia a la cantidad de óvulos disponibles en la mujer. Su disminución es un proceso fisiológico, continuo e irreversible y presenta variabilidad. Además de la edad, otros factores como cirugías, tratamientos quimioterápicos, o tóxicos como el tabaco, contribuyen a que la disminución de la reserva ovárica sea más rápida y marcada.
El disponer de marcadores de reserva ovárica ayuda a saber la situación de cada mujer, “lo que nos permite, en los casos en los que los marcadores nos indiquen una reserva límite, recomendar a nuestras pacientes que se planteen el embarazo a corto plazo o la posibilidad de vitrificar óvulos.
Hormona Antimulleriana, un económico valor predictivo.
La determinación de la hormona Antimulleriana (AMH) es más fiable marcador de reserva ovárica, que refuerza el resultado del recuento de folículos antrales. Esta hormona es una glucoproteína relacionada con el crecimiento y diferenciación molecular. La secretan celular de la granulosa de los folículos preantales y antrales en desarrollo.
El doctor Manuel Lloret explica que “los niveles de la hormona Antimulleriana se detectan en sangre, ya que, desde el ovario, es liberada a la circulación sanguínea. Dado que el ovario es su único origen, sus niveles en sangre reflejan la población de folículos ováricos preantales. Por otro lado, su secreción no guarda relación con la fase del ciclo en el que se encuentra la mujer, lo que permite determinarla en cualquier día del ciclo”.
Podemos concluir que la hormona Antimulleriana es el mejor marcador del que se dispone hoy día de la reserva ovárica, ya que:
• Se puede medir con facilidad porque no presenta modificaciones durante las fases del ciclo menstrual.
• Es mínimamente invasivo al realizar su determinación en sangre.
• Tiene un bajo coste económico ya que es equiparable otras determinaciones hormonales.
• Posee un buen valor predictivo al relacionarse directamente con la capacidad folicular de los ovarios y con la respuesta al tratamiento.
