¿Por qué es buena idea congelar tus óvulos?

¿Por qué es buena idea congelar tus óvulos?

La vitrificación de óvulos es una de las más recurrentes opciones a la hora de preparar el terreno para la maternidad. Esta técnica, en esencia, consiste en extraer y congelar óvulos de la mujer durante sus años de mayor fertilidad para, cuando se opte por buscar el embarazo, mantener la misma calidad y edad genética que los óvulos tenían en el momento de su extracción.

En un contexto en el que cada vez más mujeres optan por buscar un desarrollo profesional, laboral y sentimental pleno antes de plantearse la maternidad, la congelación de óvulos es ideal como técnica de preservación de la fertilidad. Esta técnica cuenta además con la ventaja de que los óvulos congelados podrán resistir el tiempo necesario hasta que la mujer decida recurrir a ellos.

Para que el éxito del tratamiento sea mayor, la previsión es un valor fundamental: la preservación de la fertilidad pasa inevitablemente por tener las reservas de ovocitos de la mayor calidad posible, lo que implica que la mujer deberá extraérselos durante su juventud, en el apogeo de su fertilidad.

Ventajas de la congelación de óvulos

La vitrificación de óvulos, más allá de las preferencias individuales de cada caso, es una solución idónea para mantener los niveles de calidad genética y fertilidad de la juventud, pero buscando la maternidad en una edad de mayor asentamiento económico, emocional y profesional. Optar por este tipo de tratamiento supone una serie de importantes beneficios.

Mayor Garantía de éxito. Si la mujer decide buscar el embarazo en una etapa más adulta y madura, la congelación de óvulos le proporcionará mayores garantías de éxito que si trata de hacerlo de manera natural. A partir de cierta edad, es preferible un óvulo joven congelado que uno natural de mayor edad.

Tratamiento de calidad. La congelación de óvulos permite preservar la calidad de los ovocitos. Además, aísla la capacidad reproductiva de la mujer ante problemas como el cáncer, que suelen provocar la esterilidad y daños irreparables en los óvulos. Es, de hecho, una técnica recurrente en personas que cuenta con diagnósticos tempranos, y que apuestan por la vitrificación antes de comenzar con la quimioterapia y otros tratamientos agresivos que pueden provocar alteraciones.

Tranquilidad profesional. Por desgracia, las mujeres todavía no cuentan en todos los casos con las garantías de que la maternidad no va a afectar al desarrollo y crecimiento de sus carreras profesionales. Como medida preventiva, muchas mujeres toman el camino de la congelación de óvulos: se centran en su carrera laboral y posponen la maternidad, con lo que pueden hacer crecer su familia cuando ya gozan de una mayor estabilidad a todos los niveles.

Espacio personal. La congelación de óvulos es un tratamiento poco invasivo, que en apenas dos semanas puede completarse. Es una ventaja importante, ya que no supone un punto de inflexión de gran calado en la vida de la mujer. Puede realizarlo y seguir adelante con su vida hasta que, llegado el caso, decida recurrir a sus óvulos congelados.

Prevención de problemas de salud. La vitrificación no solo previene la salud de los óvulos ante casos de cáncer, sino contra cualquier problema de salud. Una extirpación de ovarios u otras intervenciones y tratamientos que sean muy agresivos no tendrán que suponer necesariamente la renuncia a la maternidad.

Maternidad a la carta. Tener una reserva de óvulos congelados, además de todas las ventajas ya descritas, implica que la mujer pueda decidir abierta y libremente el momento en el que desea ser madre. Sin presiones profesionales ni sociales, sin las prisas que implicaría no tener óvulos congelados y pensar que cuanto más tarde, menos probabilidades de éxito tendría: sencillamente, en el momento que considere ideal para alcanzar el sueño de ser madre.