Tras todo lo comentado en la parte primera entraremos de lleno a cómo enfocamos el tratamiento en estas pacientes en nuestra Unidad del Hospital HLA EL Ángel.
Recordemos que la mayoría de estas pacientes deben afrontar una fecundación in vitro, motivada por diversas causas y en la mayoría de los casos forzadas por las circunstancias, ya que están en una edad crítica y llevan un tiempo de esterilidad suficiente, que incluso, en ausencia de una causa conocida, indica la realización de una FIV.
En la FIV como sabemos, estimulamos los ovarios para obtener un número razonable de folículos. Es estima que tras la punción se obtienen un 70-80% de ovocitos por folículo puncionado.
A continuación se lleva a cabo la fecundación de estos , bien mediante microinyección o en FIV tradicional ( es decir rodeando al ovulo de un gran número de espermatozoides para que uno lo fecunde al igual que ocurre en la trompa). Se estima igualmente que tendremos un 70-80% de ovocito fecundado por ovocito microinyectado.
De ahí el embrión generado tras la fecundación del ovulo sigue su camino en la incubadora. Habrá embriones que progresaran bien, otros regular y otros mal o se pararan.
Todo esto nos hace comprender que necesitamos partir de un suficiente número de folículos para tener algunos embriones. A más embriones más transferencias y más oportunidades.
Por lo tanto en la baja reserva nuestra intención es sacar lo mejor de ese ovario. No podemos pedir lo que no tiene pero si optimizar sus posibilidades.
¿Cómo lo hacemos?
El uso de la testosterona: Esta es la hormona masculina por excelencia pero que todas las mujeres segregan también. No entraremos en detalles complejos de endocrinología pero si se demuestra que interviene en el reclutamiento de folículos. Es de las pocos tratamientos en los que los estudios coinciden que puede servir, sobretodo en mujeres menores de 40 años o donde la hormona FSH no esté muy alta.
Actualmente hay un ensayo clínico para determinar exactamente, el tiempo y dosificación de esta, pero por el momento en nuestra unidad lo recomendamos por un máximo de dos meses a una dosis establecida que se le explica a la paciente.
Tras esto nos encontramos con la estimulación hormonal.
De lo que en nuestra unidad del Hospital HLA El Ángel estamos convencidos es que a estas mujeres no podemos programarlas. ¿Qué quiere decir esto?.
En Mujeres normorespondedoras podemos decidir con que regla vamos a empezar a estimular bien con preparación con píldora anticonceptiva previa o sin ella.
En esta mujeres no. El ovario no presenta siempre el mismo número de folículos ántrales. Se dice que puede variar un 25% de un mes a otro. Obviamente un ovario de baja reserva no nos va a cambiar de dos folículos a doce, pero si puede presentar un mes, dos o tres más que en ciclos anteriores y esto marca una gran diferencia.
Es por todo esto que a la vez que la paciente sigue en casa con el tratamiento de testosterona en gel dérmico antes mencionado, la vamos citando un par de veces al mes para observar el ovario y concretar el momento más óptimo para empezar a estimular.
Esto requiere un sobresfuerzo tanto para la mujer como para el equipo médico pues aumenta la carga de trabajo… pero no encontramos otro camino.
Encontrar este momento no significa esperar muchos meses. Tras dos tres como máximo ya conocemos hasta donde ese ovario puede llegar y es la misma paciente la que asume,(si no ha habido un aumento de folículos) que debemos estimular con ese número.
Respecto a la estimulación, mucho se ha escrito. Solo decir que en nuestra unidad no utilizamos una cantidad elevada de hormonas es estas pacientes. No solo no sirve para nada , sino que es contraproducente para el ciclo.
Ante esta situaciones mucha pacientes se plantean realizar varios ciclos e ir congelando para tener más… ¿Debemos pues acumular ovocitos?
De eso hablaremos próximamente.