Puede parecer chocante plantear una duda de este tipo cuando se asumiría que debe haber indicaciones claras para cada caso.
En realidad hay situaciones donde la indicación de estas técnicas está perfectamente establecida. Por ejemplo una obstrucción de trompas de Falopio o un semen de baja calidad son determinantes para acudir a la FIV-ICSI. De igual manera una mujer joven en la que su pareja padece de azoospermia( ausencia de espermatozoides) o es soltera o con pareja femenina necesita obviamente la inseminación con banco de semen.
La cuestión se plantea en ese amplio grupo de parejas en la que no existe una causa clara de su esterilidad (es decir un EBE o estudio básico de esterilidad normal)y llevan un considerable tiempo ( pongamos más de un año) manteniendo relaciones sexuales con frecuencia.
¿Aporta algo la inseminación conyugal en estos casos? ¿Deben someterse a esta técnica previamente a la realización de una fecundación in vitro o deben pasar directamente a esta última?
La inseminación conyugal, consiste en la introducción de los mejores espermatozoides dentro de la cavidad uterina ( procedimiento simple, indoloro y que se realiza en consulta) en el momento de la ovulación ( tras monitorizar a la paciente por ecografía).
Esta técnica no ofrece por desgracia un alto porcentaje de éxitos. Se estima este en un 15% de parejas embarazadas en tres meses de tratamiento. Dicho de otra manera, se dice que mejora en un 8% aproximadamente el éxito en comparación al obtenido por relaciones sexuales.
A su favor tiene la simplicidad de la técnica y su coste más reducido, pero que teniendo en cuenta que el 85% de las parejas no van a tener éxito, la suma de tres meses de una técnica más económica no deja de ser un gasto a tener en cuenta.
Una de la maneras de intentar mejorar los resultados de la inseminación es aumentando el número de óvulos que la mujer va a producir ese mes, es decir estimulando el ovario. A mayor número de ovocitos liberados mayor probabilidad de que uno fecunde pero a costa de no controlar la posibilidad de gemelares, triples o cuadruples.
El éxito en reproducción asistida es la consecución de un hijo nacido sano y madre sana. Evitamos en lo posible en la fecundación in vitro transferir mas de un embrión por esta razón : evitar el embarazo múltiple.¿ Es pues razonable estimular en la inseminación para correr un riesgo inaceptable en aras de mejorar en algo su porcentaje?
Por otra parte la FIV no es la panacea pero ofrece resultados de más del 70% de embarazos acumulados. En nuestra unidad el Hospital HLA El Ángel un 80% en mujeres menores de 36 años y un 69 % entre 36 y 39 años.
Es precisamente en ese grupo de alto porcentaje de embarazos (menores de 35-36 años) donde la inseminación más se indica, pues en las otras el factor edad ya empieza a inclinar la balanza hacia la FIV.
¿Qué decisión tomar?
En estos casos donde la polémica está servida y los mismos profesionales no nos ponemos de acuerdo, somos de la opinión de informar a la pareja y conjuntamente tomar una decisión acorde con su situación, mentalidad y estado de ansiedad.
Muchas veces la mujer necesita pasar por ese escalón, hacerse alguna inseminación y pasar página si no lo consigue antes de entrar en la FIV. Otras en cambio les parece una pérdida de tiempo y desean pasar directamente a la FIV para evitar lo que ellas considerarían una pérdida de tiempo y dinero.
El profesional debe estar ahí para imponer su criterio cuando exiten indicaciones claras o guiar a la pareja lo mejor posible en casos como los que acabamos de comentar.
José Félix García España
Director Médico UR Hospital HLA EL Ángel