La Unidad de Reproducción del Hospital Moncloa (UR-Moncloa) ha llevado a cabo numerosos procesos de fecundación in vitro a través del denominado método ROPA (Recepción de Óvulos de la Pareja), una técnica que permite integrar a ambas mujeres en el proceso reproductivo. Cada día son más las parejas que nos expresan su satisfacción después de haberse sometido a esta técnica, y crece el interés y la demanda informativa sobre la misma.
En líneas generales y desde un punto de vista técnico y médico, el proceso no es distinto de cualquier otro de fecundación in vitro con semen de donante. La particularidad, en este caso, radica en que una de las mujeres aporta su óvulo para la fecundación y la otra asume la gestación. Para UR-Moncloa esta es, quizás, la manera más equilibrada y participativa de materializar el deseo de ser madres de una pareja homosexual, dotando de significado real al concepto de maternidad compartida. Esto no excluye la posibilidad de que la gestante lo sea con su propio ovocito por decisión personal de la pareja.
Los especialistas de UR-Moncloa reconocen que el camino para llegar a normalizar la relación entre reproducción asistida y parejas homosexuales no ha estado exento de prejuicios y controversias fruto de múltiples factores, tanto legislativos como sociales y clínicos. Los avances en derechos civiles y la superación de conflictos presuntamente éticos en el campo de la medicina reproductiva de nuestro país ha venido a situar el acceso a la maternidad (compartida) en mujeres lesbianas como principal prioridad, por delante de otros elementos colaterales.
Uno de los objetivos de la medicina es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y, en consecuencia, contribuir a su felicidad. Sin obviar una necesario marco legal y un sentido ético en el ejercicio de esta especialidad, conviene recordar que la mejor muestra de las sociedades avanzadas es la calidad de vida de sus ciudadanos, tanto en la faceta física como emocional: si la medicina permite a dos mujeres sentirse madres en una contribución mutua y equilibrada, no hay razón para que no sea así. En UR-Moncloa lo tenemos claro.